NUMEROSAS RAZONES PUEDEN MOTIVAR BORRAR UN TATUAJE.
LA SOLUCIÓN MÁS RECOMENDADA: EL MÉTODO LÁSER.
Si bien el concepto que se tiene de los tatuajes está íntimamente relacionado con la idea de una permanencia eterna, hoy es posible hablar sobre métodos para su remoción segura y sin cirugía.
El médico decidirá de qué manera intervenir sobre el tatuaje dependiendo de si éste fue trabajado por un profesional o no, su tamaño, profundidad, parte del cuerpo donde se encuentra, tintas usadas y tipo de piel.
Tales métodos estéticos implican el uso de distintos tipos de láser, dependiendo de las características antes mencionadas.
El láser funciona por medio de un haz de luz con una longitud de onda específica que actúa fragmentando las partículas de pigmento en partículas de tamaño mucho más pequeño que permiten que nuestro organismo las reabsorba y las remueve posteriormente a través de la linfa.
Esta técnica de láser tiene mejores resultados para los colores negros y marrones, siendo los colores rojo, verde, naranja y amarillo los más difíciles de remover.
Esta técnica de remoción, al no dañar la capa superficial de la piel, no deja cicatrices, logrando al finalizar el tratamiento una piel normal. Como en cualquier tratamiento láser es habitual que tras la sesión puede aparecer enrojecimiento e inflamación, que normalmente desaparece entre 24 a 48 horas.
Luego de las sesiones se recomienda no exponerse al sol para evitar la hiperpigmentación de la piel.
También deberá seguir al pie de la letra las instrucciones del profesional a cargo, para asegurar un óptimo resultado.
Los médicos de Clínica Avril recomiendan una visita previa para relevar el tatuaje a remover. Las sesiones de láser son de corta duración y no requieren ningún tipo de reposo ni cambio en las actividades normales del paciente. Consulte con nuestros especialistas y coordine una visita.